lunes, 26 de octubre de 2015

DE COMPRAS

  Estoy que me tiro de los pelos... Yo quiero estos maniquies, Ochenteros, los quiero...
  Me encantó este escaparate. Los cuadros gigantes, con su marco dorado, las diademas que no sé quién se las pondrá, esos zapatos tipo zuecos. Esas caras lánguidas. Siiiiii los quiero ahora mismo.
 Esa alfombra, ese perro de cerámica portuguesa que lo quiero para mi casa.
 Esos abrigos de pelo, esos leotardos, esos collares de perlas...
 Pedazo de escaparate.
 Y dentro, dentro las dependientas con su coletita baja, sus calcetines y u mini bolso cruzado, con las manos en posición de ¡Al ataque!!.
 Perfectas.
 Yo quise comprarle algo a mi hija, así que le daba la vuelta a la etiqueta y lo que creía que era la referencia, por la cantidad de números que llevaba, resulta que no. Era el precio.
 Así que fui a lo más pequeñajo de la tienda.
 Un pinza del pelo. Muy mona, en dorado y con unas piedras de colores. Era quizás demasiado pequeña para su cabeza, pero me daba igual.
 Así que con mi perfecto italiano, le pregunto a la dependienta...
 _"Excusi...cuanti cuesta??".
  Ella levantó la vista, me sonrió, y me respondió:
 _ "Uno, cuatro,chincuo"
 Caray para la pinza, pensé yo... Catorce con cuarenta y cinco... Ya le vale...Pero bah, me dije para mi misma, seguro que a ella le gusta.
 Para cerciorarme le dije (otra vez con mi exquisito italiano).
 _" ¿Catorche con chincuenta?..."
 
 _ ¿Noooo, me dice la preciosa bambina_ "chiento cuarenta y chinco"!.
Glups, pensé yo...
 Así que por donde entré. Salí.

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